Con la intención de tener más tiempo libre, decidió aprovechar el viaje en el tren para escribir un par de artículos. Aunque sólo tuviera una hora y media, había que aprovecharla al máximo.
Cargado con su miniportátil, la fiel cámara de fotos y una chaqueta para combatir el frescor matinal que caracteriza al otoño abulense, salió pronto de su casa para dirigirse dando un largo paseo hasta la estación. Tenía que ir a paso ligero, pues no tenía mucho margen para llegar a subirse en el tren procedente de Salamanca para el que ya había comprado los billetes.
