¿Por qué son tan peligrosos los pasos a nivel?

Los pasos a nivel son habitualmente objeto de controversia debido a su gran peligrosidad, en especial cuando sale en las noticias que ha habido algún arrollamiento, muchas veces con resultados fatales.

La propia DGT los denomina «Un anacronismo con mucho peligro» y razón no les falta. Pero, ¿qué es lo que hace tan peligrosos a los pasos a nivel? Para ponernos en contexto, el organismo responsable de la política vial española, cifra en 37 los accidentes ocurridos en estos puntos entre 2017 y 2021. En ellos fallecieron 29 personas.

¿Qué es un paso a nivel?

Antes de profundizar en la causa de su peligrosidad y qué se está haciendo para combatirla, vamos a ver qué es un paso a nivel.

Se trata de una intersección de un ferrocarril por el que circulan vehículos muy pesados con una carretera, calle o senda peatonal por la que circulan vehículos mucho más ligeros o personas.

Si he hecho énfasis en lo de vehículos muy pesados es porque los trenes pueden pesar cientos o miles de toneladas. Y este dato es muy importante para entender por qué los pasos a nivel generan un gran riesgo en la seguridad vial.

Para que te hagas una idea, un tren de Cercanías tipo Civia de cinco coches pesa 157,3 t. Lo normal es que circulen en composiciones dobles, así que multiplica por 2 el peso y súmale el de los viajeros. Un tren de mercancías en España puede superar las 1.000 t y alcanzar las 2.000 t.

Son unas cuantas veces más que la masa de una persona (en España, los hombres pesamos de media 75,8 kg y las mujeres 63 kg) o que la de un turismo nuevo, que pesa de media 1.238 kg.

La consecuencia directa de esto es que un tren necesita mucha más distancia para frenar que un coche o, desde luego, que una persona que va a cruzar el paso a nivel. Y, debido a su inercia, los daños que puede generar son elevados.

¿Cómo se protegen los pasos a nivel?

Sí, los pasos a nivel son peligrosos. Pero desde que se inventaron se han desarrollado bastantes maneras de reducir el riesgo.

Debido a la incapacidad de un tren de frenar en seco ante un paso a nivel que está siendo cruzado por un peatón o por un vehículo de carretera, es el tren el que tiene siempre la prioridad.

Por lo tanto, para prevenir accidentes hay que evitar que haya cualquier objeto o ser vivo en estas intersecciones cuando el tren va a pasar o está pasando.

¿Y cómo se hace eso?

Lo más básico es pararse, escuchar y mirar si viene un tren antes de cruzar. Es lo mismo que haces cuando vas a cruzar un paso de peatones sin semáforo (o, seamos francos, cuando vas a cruzar una calle por dónde te sale de las narices).

Para recordarte que debes tener precaución, se puede poner un cartelito, como el tradicional «Ojo al tren, paso sin guarda» o el conocido «Pare, escute, olhe» portugués. Este cartel puede ir acompañado de una luz o de una sirena que se activen cuando se acerca el tren, como un semáforo en rojo.

Sin embargo, la mejor manera de proteger un paso a nivel es con una barrera que se baje cuando va a venir el tren y se levante cuando el peligro haya terminado.

Históricamente había una persona que lo hacía manualmente, el guardabarreras. Pero en España el último desapareció de la Red Ferroviaria de Interés General (las vías que dependen del Estado y son titularidad de Adif. Las vías de Renfe de toda la vida, vamos) en 2012.

Desde entonces, todos los pasos a nivel protegidos en España son automáticos y muy fiables. En este reportaje de Trenvista puedes conocer cómo funcionan.

Entonces, ¿por qué son tan peligrosos los pasos a nivel?

Si evitar un accidente en un paso a nivel es tan fácil como pararse, escuchar y mirar si viene un tren y hacer caso a las señales luminosas o barreras que impiden el paso… ¿qué es lo que pasa?

¡La imprudencia!

Sí, se puede tener muy mala suerte y que el vehículo de carretera se averíe cruzando el paso a nivel. Pero estos casos son cuanto menos anecdóticos y lo que hay que hacer es abandonarlo y avisar a los servicios de emergencia para evitar el arrollamiento.

La mayoría de accidentes (si no la totalidad) en un paso a nivel son consecuencia de la imprudencia. Pero no la del maquinista del tren, ni la de la operadora del tren ni la de Adif. Sino de la imprudencia de la persona que cruza el paso a nivel erróneamente porque:

  • No se ha parado a escuchar ni a mirar si viene el tren.
  • Se cree Superman (cuánto daño ha hecho esa escena, por favor) y se cree que va a cruzar antes que el tren. «Písale a fondo, Pepe, que nos sobran 0,5 segundos».
  • Piensa que las barreras son para otros. Total, ¿para qué pararse a pesar de que quieren evitar una tragedia? Pudiendo echar la culpa al Gobierno…

Todo el mundo sabe lo peligroso que es cruzar una calle con mucho tráfico por cualquier punto o por un paso de cebra con el semáforo en rojo. A nadie en su sano juicio se le ocurre cruzar una autovía aunque haya poco tráfico.

Todo el mundo sabe que antes de cruzar por un paso de cebra sin semáforo hay que mirar hacia los dos lados. Y todos los conductores saben que tienen que frenar si se les cruza un peatón.

Sin embargo, la imprudencia de la gente hace que todos los años haya miles de atropellos. En 2021 fueron 118 las personas que murieron por esta causa según la DGT.

Para poner los datos en perspectiva, sólo en 2021 murieron 4 veces más personas que los muertos por arrollamiento en un paso a nivel entre 2017 y 2021 (cinco años).

Los pasos a nivel son tan peligrosos como los pasos de cebra, tanto si están protegidos como sin proteger.

La única manera de evitar que te pase algo es recordar que eres mortal y seguir estos sencillos pasos:

  • Pararte, escuchar y mirar si viene un tren si el paso no está protegido.
  • Evitar correr para pasar antes de que se termine de bajar la barrera o de que llegue el tren. Si quieres jugar a ser un superhéroe, mejor rescata gatitos.
  • Quedarte quieto/a parao/á si la barrera está bajada, aunque el tren pueda tardar un poco en pasar. A fin de cuentas, es mejor llegar a tu destino de una sola pieza.

La supresión de los pasos a nivel, la mejor solución

Lamentablemente, ha quedado claro que llamar a la prudencia no es suficiente en España. Algo se tiene que haber hecho mal para que se sigan viendo los pasos a nivel como algo peligroso y que se siga culpando al ferrocarril cuando hay un accidente.

Si la gente fuera prudente, serían lo más seguro del mundo.

Sin embargo, la tendencia a nivel internacional es suprimirlos. Gracias a ello, se evita que la gente que va a lo loco se la juegue y también se simplifica la operación ferroviaria. Cuantos menos elementos tenga un ferrocarril, mejor. España, por cierto, es de los países que lidera la eliminación de estos cruces.

Para suprimir los pasos a nivel se puede optar por 3 alternativas:

  1. Eliminar la intersección y que se cruce por otro lado. Es lo más económico, pero es una solución que perjudica a la movilidad de quienes tienen que sortear la vía.
  2. Sustituirlo por un paso a distinto nivel. Es decir, por un paso superior (puente) o inferior (túnel). Es una solución más costosa, pero eficaz ya que no perjudica a nadie. En España se aplica en la construcción de nuevos ferrocarriles desde los años 60.
  3. Soterrar el ferrocarril. Si el ferrocarril circula por un túnel, no hay intersección con otras vías. Es la opción favorita de los políticos y de gran parte de la sociedad civil. Es habitual que cuando hay un arrollamiento en un paso a nivel se reclame el soterramiento de este tipo de infraestructuras. Sin embargo, es una obra muy cara que no mejora la movilidad y que tiene importantes contraprestaciones.

Conclusiones

Amigo, amiga, los pasos a nivel SON SEGUROS.

Lo único que los hace inseguros es usarlos de forma indebida, la imprudencia.

De la misma manera en la que es imprudente cruzar una autovía o cruzar una calle con el semáforo del paso de cebra en rojo. O de la misma manera que es imprudente sacar los brazos y las piernas por una ventana o hacer un mal uso de algo tan común como un cuchillo.

Suprimir los pasos a nivel aporta bastantes beneficios. Pero lo que más beneficios genera es que, antes de cruzar una vía de tren:

  1. Pares.
  2. Escuches.
  3. Mires.

Y no cruces si viene el tren, ¡claro está!

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